jueves, 29 de julio de 2010

Ella


Ella es todo lo que alguien quisiera ser, pues desde el principio hasta el final de su cuerpo es suave como la seda. Ella es tan segura de sí misma, que sabe que incluso sin hacer nada increíble su mera existencia la hace especial. Ella puede dormir todo el día y toda la noche, y no le importa, pues sabe que su belleza es tal, que seguirá siendo admirada. Ella y su blanca tez son inconfundibles; aterciopeladas, siempre blancas y de vez en cuando un color marrón y otro más oscuro. Ella sube y baja en y por donde quiere, y aunque otras traten de desafiarla, ella sabe que siempre será la triunfadora al final. Pues ella, a pesar de su abultada barriga, es ágil como un pez en el agua y un cóndor en el cielo. Ella es perfección. Ella incluso tiene un olor inconfundible que emana de sus cueros, un aroma original, intrínseco. Ella, aunque parece siempre despreocupada y simple, está siempre atenta, oye hasta el más inaudible sonido y a distancia puede adivinar cuando algo o alguien va a aparecer. Ella, con un simple sonido, puede expresar gratitud y comodidad, y al mismo tiempo, provocar un sentimiento inexplicable en los demás.
Es ella, quien me quita el sueño...